Alcanza tu máximo potencial y toma el control de tu vida, cosecha hábitos para el éxito. Esto es a lo que apunta la filosofía de pensamiento del director del instituto de Diseño Hasso Plattner de Stanford, Bernard Roth. El profesor Roth se inspiró en las experiencias de varios compañeros de trabajo que no lograban convertir sus sueños en acciones y creó una clase para la universidad, con el objeto de motivar la realización personal de los estudiantes; la clase se ha dictado por más de 40 años y se trata de retar a cada estudiante a que desarrolle y cumpla un proyecto completamente personal. En junio del 2015 el profesor publicó el libro El Hábito del logro, el cual engloba situaciones como la resolución de problemas, el crecimiento personal, las relaciones interpersonales y las relaciones de grupo. El libro propone conceptos y herramientas del pensamiento de diseño, para incentivar el cambio interior y descubrir el máximo potencial, a continuación, describimos algunos consejos destacados del libro que te ayudarán a enfocarte en tus proyectos y a sacarlos adelante.
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Cambia el “tengo que hacer” por “quiero hacer”
Esto comienza como un ejercicio de conciencia, identifica qué actividades te resultan desagradables y cuales te emocionan. Escoge tú lo que haces día a día, pero no solo escojas lo que más te hace feliz, desafía tu mente programándola para percibir lo mejor de cada situación. Si sientes que odias algunas tareas del trabajo, piensa en los beneficios que te trae hacerlas en vez de amargarte porque debes hacerlas.
Las razones son excusas, elimínalas
No utilices excusas, aunque sean legítimas, dar razones es igual de perjudicial porque ocultamos nuestras deficiencias a nosotros mismos. Cuando dejamos de justificarnos, incrementamos la oportunidad de alcanzar nuestras metas cambiando nuestro comportamiento e identificando una autoimagen realista.
Cambia el “Pero” por “Y”
La palabra «pero» genera conflicto, mientras que «y» abre posibilidades. Cuando dices «y» tu cerebro ve una oportunidad de buscar soluciones que permitan realizar ese deseo. No digas: “quiero hacer ejercicio, pero no tengo tiempo”, porque al justificar con «pero» el caso se cierra y no harás nada; en lugar de eso di: “quiero hacer ejercicio y no tengo tiempo”. Automáticamente la mente intenta buscar alternativas, en este caso «eliminar actividades improductivas, levantarse un poco más temprano o hacer una actividad deportiva que emocione».
Trabaja tu comunicación interpersonal
Habla para ti mismo, no te involucres en lo que otros piensan, sienten o saben; di “yo pienso”, “yo digo” y “yo siento”, identifica tus propios juicios y hazte responsable por ellos. Escucha a los demás, no te involucres demasiado en sus posiciones, escucha, aprende y se claro con lo que quieres lograr.