El liderazgo es el proceso por el cual una persona (o grupo de personas) conduce, guía e influye a otro grupo de personas hacia la realización de un objetivo. Entonces, los estilos de liderazgo son las formas en las que el líder lleva a cabo ese proceso. Si bien hay muchos estilos de liderazgo, lo ideal sería que todos lo hicieran por medio de la inspiración y buscaran el crecimiento de cada persona.
Recuerda que una organización es el reflejo de su líder, tiene las mismas características que este le imprime a través de la misión, la visión, las políticas y las estrategias.
Como líder tendrás que buscar la mejor forma de llevar a tu equipo al éxito, y para ayudarte con esto, aquí están algunos estilos de liderazgo que puedes tener en cuenta a la hora de manejar diferentes situaciones que se presentan en el proceso de inspiración.
Puede que seas uno solo o todos ellos, lo importante es que aprendas a identificar cuando usarlos y en qué medida.
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El amoroso
El liderazgo también se trata de cuidar a aquellos que nos importan, en este caso nuestro equipo. El líder debe asegurarse de que tengan lo que necesitan para hacer bien su trabajo, no solo herramientas sino también inspiración, bienestar y cercanía a su líder.
El amoroso es el que crea un entorno de trabajo sinérgico en el que se fortalecen las relaciones. Es el estilo perfecto para utilizar en dinámicas de grupo, ya que hay alguien que promueve la integración y que anima a los participantes; pero no se puede usar todo el tiempo, porque al ser orientado a las relaciones, puede olvidarse de los objetivos y generar bajo desempeño. Cuando este sea el caso hay que utilizar otros estilos un poco más asertivos, como el siguiente.
La liebre
Este estilo es acerca de hacer las cosas rápido y a tiempo, debe usarse solo cuando es necesario, ya que estar acelerando todo el tiempo a tu equipo, puede cansarlos igual de rápido. Funciona para situaciones en las que hay proyectos que tienen una fecha límite, y busca coordinar las tareas para que se ejecuten en tiempos cortos y de forma productiva.
El director
El director asigna tareas sin vacilar y sin preguntarle a sus empleados, puede parecer irracional pero no lo es, es útil para situaciones de crisis en donde no hay tiempo para analizar mucho. Sencillamente se dan ordenes puntuales y directas que deben cumplirse en el momento. Al igual que con el anterior, es un estilo de corto plazo para situaciones difíciles, no para usarlo todo el tiempo. Debes identificar cuando es necesario usarlo y balancearlo con otros estilos que mantengan la motivación arriba.
El soñador
Este es el líder que sabe exactamente a dónde quiere llegar, visualiza su compañía en el futuro y guía a su equipo para llegar a esa visión. Lo bueno de este enfoque es que, si se logra que todos compartan la visión, habrá más motivación e integración en el día a día. Lo malo es que, si no se tiene clara la visión, si se modifica todo el tiempo o es algo inalcanzable, el equipo se puede fastidiar y terminarás hablando solo.
El entrenador
Este es consciente de las necesidades de crecimiento propias y del equipo, trabaja para capacitarlos y darles las herramientas, competencias y habilidades que necesitan. Con este estilo los empleados se sientes acompañados, es especialmente benéfico para las Start-Ups, ya que en estos casos es necesario fomentar el crecimiento continuo, por lo menos hasta alcanzar un nivel de envolvimiento estable.
Como muchas veces, no faltará la persona que no quiera ser parte del crecimiento, caso en el cual tendrás que aplicar un estilo como el del director, al menos por un tiempo.
El griego
Como buen griego, este estilo es amante de la democracia, escucha todas las opiniones y hace lo que es mejor para todos. Este es el líder que empodera a su equipo. Empoderar casi siempre es bueno, delegar y asignar responsabilidades concretas a una persona, bien seleccionada, le da motivación y compromiso, más si está vinculado a una meta específica.
Escuchar a tu equipo es un ejercicio vital para cualquier objetivo, ellos se sentirán valorados y eso impactará positivamente lo que hagan en el trabajo.
Todos los estilos de liderazgo son buenos…
…cuando se balancean entre ellos, es decir, cuando logras mantener a tus empleados motivados, felices, exigiéndose al máximo y dando los mejores resultados. Así que, si sientes que uno de ellos predomina en ti, sácale el mejor provecho y evita excederte, y trata de aplicar un poco de los otros estilos. Por último, ten en cuenta que el estilo tendrá un impacto diferente en cada persona.
Equipo: The Mentor Of The Billion
Tomado de LifeHack